6 de diciembre de 2011

Caracas

   Caracas, ciudad capital de Venezuela, ciudad natal del Libertador Simón Bolívar, "...Odalisca rendida a los pies del Sultán enamorado..." Tiene varios atributos que la destacan, como un río que la atraviesa, está protegida por la cordillera de la costa, es un valle bastante amplio, tiene un teleférico que te muestra una vista panorámica de la ciudad; sin embargo los caraqueños le recuerdan la madre cada día por su desorganizada estructuración y por su falta de mantenimiento. No hay calle, avenida o autopista que se salve de las colas que se generan en las mañanas y en la tarde capitalina, muchas veces estas son ocasionadas por el supuesto "mantenimiento" de las vías, que para tapar un hueco pueden durar hasta tres meses. En medio de todo, los residentes de las ciudades dormitorio y de Caracas están "acostumbrados" al desastre del tránsito; pero nadie se puede acostumbrar al la falta de mantenimiento de los bordes del río Guaire, ni de los cerros que constantemente se derrumban; ni a la falta de construcción de vías, de medios de transporte y mucho menos a la inseguridad peremne que afrontamos.

    Tenemos un Metro que no cumple con su trabajo, lo que hace es organizar maratones de cinco kilómetros en adelante, (Digo en adelante, porque depende de que tan lejos quede tu casa) de diez trenes, seis no tienen aire acondicionado; por eso es que la gente se amontona en las puertas, para poder respirar cada vez que se abran, es muy probable que la gente elija el Metro para acabar con sus días; porque si algo sabe hacer el venezolano es joder; contamos con gran cantidad de policías que intentan inspirar respeto, pero no es nada que 200 Bs no resuelvan; tenemos el barrio más grande de Latinoamérica, patrocinado por Maggi; tenemos tantos malandros que hay que dejar libre a los de las cárceles para que entren los nuevos; tenemos solo cuatro arterias viales y todas colapsan; huimos de la lluvia, no por mojarnos sino porque eso quiere decir que no llegamos temprano a nuestras casas. Tenemos tanto, pero a la vez tenemos poco.

   No señalo, ni culpo a nadie, pero si me gustaría hacerle una pregunta al actual gobierno venezolano ¿Cree usted que si la mitad del dinero que se regala a otros países lo hubiese invertido en Venezuela afrontaríamos la situación actual? Seguramente en su burbuja todo esta bien, pero salga un día sin escoltas, caminando, en autobús, Metro y cuando llegue a su casa luego de tanto trabajo (Como dice Laureano Márquez: "Tanto trabajo para llegar al trabajo") pregúntese, ¿Todo está bien?